Por el filo, por los brazos del principio,
por el margen derecho de langustia solita.
La mañana se nos viene ayereada, rota y as:
no desidias de antigua ornamenta, no canción.
A ver si de pronto me conmueves la esquina
con la risa puñal, con un afuera de ellos,
con la mano de todos los próximos
en una sola espuma,
en apenas una fe.
De vientres.
...
2 vaivenes:
¡Y das mucho!
Beso,
L.
Gracias, Laura! Eternas.
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