Sólo si ella

Y así partió, desnudo y sin botella,
agrio y parido por centuriaisladas.
El destino fue esta tierra de faltas,
esta partida de solcitos en desuso.
Buscó, dentro de ella, la fiel condena
que finalmente lo salvara del sudor.
Y halló canciones, vanas pasiones,
rigurosas pieles de pretérito ardor.
Pulió y tejía, vaciaba y olvidó, cedió
la nocturna hilacha al opresor final
que con abierto extremo le recordó
que un hombre apenas vive cuando
ella decide recorrerle el cuerponiente.


Si te cansa leer, escuchalo...

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