Besándosel costado

Me dejó la alegría en punta ese vidrio de papel,
esa vieja catarsis repleta de futuro quedó en paz:
se recorrió las partecitas muy de tanto en tanto,
besándosel costado menos derecho de la lunantigua.

El rudo vaivén de mis ojos, ruidoso, se detuvo;
así el que dejó de ser océano vence a las mareas:
vengando tiempos nuevos en antañas pestañas.


Si te cansa leer, escuchalo...


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