Pared

una chica (ella) la cuerpo fiera
la no blonda la feroz incauta
la cautiva que da su piel no su fe
no su camino de sueños su desdén

tuve su tercera sangre entre mis rostros
su variable encanto su-misa de cuerpos
su increíble final de ardores y espirales

mi lengua no sabe parirla
...

Vino tinto

Masacrarte la palabra
mientras nada en tu boca
cuando aún nonata se entretiene
en la saliva literal de tu mueca que es río.

Un voluminoso ritual de pesares viejos
será la orilla y la ola, el mar de vientres.

No magias ni vendettas
para un rostro que se va
sangrando letras.
...

Dos


Iracunda y vieja compasión de río abierto,
cada mirada será la sangre que fuimos después,
la hirviente pulsión de los amantes rotos,
cayendo entre los otros para armar su vena,
su vena paria y andrajosa que vuelve a ser aorta,
lista y feliz y rosa de pudores hasta que otra vez,
hasta que otra vez la noche es el hastío sin flor,
y se esconde de sí, de las otras venas sanas,
del fúnebre cortejo de ojos y de asfaltos, de horas
que al gruñir atraen y espantan y vuelven a reír,
a volver llorante al que batía muelas, al que no
podía ni soñaba ni creía que el corcel sería para él,
para su brillante tierra de pieles, para sus almas
putas, para sus almas muras, para su renovado
comienzo de crepúsculos, para su irresistible
canción de pares. 

GLOBOS, por Oscar Marful

No hay gente festejando en las calles. Qué raro…
Sólo globos cumpliendo con su hueco cometido.
No hay entraña, no hay argumento, no hay fondo, no hay asunto.
Sólo globos llenos de nada.
Ni hablar de cultura.
Sólo el rodriguezlarreta, ése, y su pornográfica sonrisa.
Ni hablar de arte.
Sólo el midachi.
Se abrazan y se ríen. Y se desploman los techos de las escuelas.
Son hombres de negocios: los delata esa miradita de treinta por ciento.
No dan asco; dan escalofrío.
Dicen poco y nada, pero nadie espera otra cosa de ellos.
Ni siquiera los que los llevaron al escenario de la gloria.
Ciudad de rotos corazones. Que se cuiden los negros.
Que tiemble la educación. Que dios te libre de caer en el pirovano.
Poné el culo a buen recaudo y que la santísima bicisenda te proteja.
Mientras tanto, en costa salguero, ellos se hacen los gandhis.
Y bailan los globos libres de pensamiento alguno.

Por Oscar Marful

34 años

Para Miguel, detenido-desaparecido desde el 30/06/1977


la bruta vena corrompida,
la paz de los malos siempre por quebrarse,
el dolor, la canción maloliente, Caseros

una pasión de serte fieles para nunca,
para que la culpa no nos siga cacheteando,
para que tu rostro sea el único que vemos

la memoria se ataca y perversea,
tu color, mientras, nos pinta el transcurrir
con manchitas de duelo, de último disfraz,
de yuntas clan para cubrirnos

hay acá cerquita un lugar para tu nombre
mientras sigue faltando el lugar para tu cuerpo:
es este llanto eterno y bullicioso,
la única geografía
que tengo para darte
...

Nauta

y yo que te hablaba del nudo macabro que fui
de la marca sutil de no dios que me clavaste

tan a salvo y bien lamido me gustaba estarte
que resignado a la calumnia insomne de tu sexo
tuve que asolearme las vergüenzas toda noche
toda sangre todo pudor de sangres y pudores

tiene la miel su parte de amarguras, su sal,
su gris cementerio de orgasmos y escupidas,
su talante incesante de procaces vaivenes,
y su implacable pulsión de duelo eterno
...

Finpor

Ruina y salón, taxidermista,
hurgante de tus voces riñas,
papelón y clavel, puesto de sol,
sin rima ni fuente ni pluma
uso la sangre como cincel
para marcarte sin lengua sin
siquieras sin rastro sin ayer.

No puede la noche abrirte más,
no puede la noche volverte,
no puede rastrear tus sombras,
no puede matarte la infamia,
la rotunda pena, tu insidiosa
partida, el final que seremos
cuando por fin sepa nombrarte.
...

pen umbra

yo no quiero
más que dormir
para soñarte
y comerte la boca
en un sueño
más mojado que el mar
y cortarte las alas
para ponértelas
morderte los pies
robarte la lengua
ser el más ruin
venderte de a partes
llevarte a la ruina
salar tu perfil
partirte la pena
vaciarte de jugos
romperte los pechos
borrar tus lunares
quebrarte los huesos
las noches las fusas
hasta que
la vasta penumbra
de tu nombre
me despierte
...

yubia

ahí donde la vida
guarda los engaños
el can que fue dado
el mal que fue vicio
la caricia tormenta
la pena sin sostén
aquel corcel que fuimos
cabalgando sin tierra
sin espuelas sin dios
dejando la parca sed
en esas aguas turbias
para volver a andar y caer
derrumbando la risa

la vana y nocturna fe
de los cuerpos nuevos
de tantos hijos derramados
de la brusca inmoral partida
de ese infinito final nuestro
que me dejó tarareando lluvias
...

Vals

esta marea de noches tiene la sal dormida

la iracunda rompiente que la palabra exige
se volverá universo, único verso

cada decir, cada temblor, cada cadabra
será un gruñido ausente o una piel fugaz

regirá sin dar, parirá sin vientre,
será siendo solamente verbo,
letra final, y miedo
...

once


una vez
una brusca ilusión una suerte un dolor
una sangre violenta un malvón una piel
una visita cruel al panteón de sus mieles
una voz una caricia un ardor una ventana

y siempre
la impúdica regla de no verla no hablarle
el insípido andar sin esa bruta escama suya
la melodía atonal de la carencia y sus cunas
la minúscula alegría de desearle un mañana

de desearle
un tambor un niño nuestro de ella de ustedes
de la noche que fuimos de la que son ahorita
de la noche que soy del mar feroz que fuimos

sabiendo bien
de esta ola chiquita que se queda y nos sala
las partes rotas y dulces de esta historia final

...

Ni die

Y entonces fue que vino y puso y fue canción,
desmadejó su propio andar para volverse fe,
no dejó de mirarse los atrases, los despueses,
los varios desvaríos, la panzada final de ayeres.

Subido y cayente gritó un par de silencios, dos,
casi cuatro silencios potentes, animales, fríos,
los gritó muriente, pariendo las letras y los lodos,
sabiendo que su mueca sería piedra, lápida y piel.

Y entonces aquel sabor que su miedo acordonaba
pronto se fue volviendo golosa golosina, amargot,
iracundo argot amargo que sigue siendo armadura,
puerco y sangrío dolor que no se duerme ni muerto.
...

Miranda

Si se pone la noche en cuclillas,
y cuchichea de voces y pasares,
o rompe la sangre antes vertida,
cuando éramos infiernos de día,
muchachos de alas y serpientes,
y la brusca edad se nos vino pura,
nos mareó las nubes y los locos,
la babel de martirios que fuimos,
el inocente saber del feroz padre,
rompiendo un sable en preguntas,
hamacando feliz una beba crecida,
una niña de piernas y ojos y amores,
que parí y que me pare y que es fiel,
aterrada mujercita mar de mundos,
siempre a la caza de vidas y sonrisas,
ella escribe la ardua letra que transito,
el testimonio veloz de una edad
que tiene más tiempo
que sus años.
...

Út

Un rasguño de mieles, una humorada de ríos,
esta infame palabra que a diario se me veda,
aquel carnaval de sudores que te trajo nueva
alzó como bandera nuestra noche primera,
la vez que nos partimos las partes en pedazos
para que cada placer volviera a convocarnos.
...

JLB

Y así, rendido ante la inmunda hermosura de tu letra,
iré siempre siendo palabra muerta recóndita invisible,
sólo un grito yerto, una mueca infeliz, un salmo paria.

Hablo de tiempo, de vano recorrido, de injusta patria,
y sumo y resumo todo verso, toda sumisa metáfora,
toda tosca construcción grotesca, todo sol que aluna.

Me rindo de rendires huecos, de insulsa oración finita,
me guardo la canción, la fiel patraña, el brusco intento,
la rota poesía que inscribe el iluso sonar de mi palabra.
...

Ni

ni la llama ni la angosta trama
ni la madre ni el rencor ni el miedo
ni el veloz pañuelo que me apaña

nada puede nada alcanza nada vuelve
a mí a las ellas a las que fuiste y seré
a la dulce y feroz y sucia y vasta y cuerpo

tuviste todo universo todas palabras
la bruma la risa el ocaso tardío que soy
hasta el ancla que impune me ataste

mas el bote de ilusos ya zarpa ya vuelca
ya bebe todo su mar su sal de ayeres
su alegre partir partido para ser mañana
el bello después que fuimos antes
...

Bim

el breve sollozo que esta risa impone
se desnuda se brisa se marea de sales
se mira los miedos los huesos de mica
los pone en remojo en aguas de viña
y viene la niña la enagua y sus flores
a regar con caricias la raíz del que fuimos
la impronta certera del vano disfraz
el primero que es grito pancarta deseo

tuvo aquel una letra vestida de tiempos
una oscura fe sin dios ni esperanza

una mano tan ruina tan pronta tan fin
pondría de firma su propio comienzo
su altar de miserias su cópula amarga

para deshacerme del bruto atavío
que la espera impone
tendré que desearte
una cama de carnes
(montoncito de muecas)
y un azul pabellón
de palabras
...

Con torno

un llanto un manto una roja canción
estruja el final de aquella esquina
redobla y tamborea la primera fe
arranca lamenta ruge violenta
la cruz achicharrada el cielo que baña
el cabrío macho la mujer suela
un sueño quebrado una risa poca
un maíz que no quiso panearse
que no dejó que la mano lo aplaste
que nuestra ruina mancille su pie
porque una casa de clavos de miedo
no es morada ni alimento ni siglo
no cobija no duerme no calma
esta mueca este canto esta estepa

hasta este pueril ramillete de letras
conoce y resigna su destino de arrabal:
nada habrá más que su contorno
en este pequeño desierto de almas
...

Sierra

una vena casi partida
una hirviente canción
un pueblito de noches
un cuerpo questá sin calor

esta madre quel destino impone
me desmadeja las penas los antes
los escondidos miedos la funesta fe

de naranja me vistel momento
y un abrazo sesconde del sol
yo no soy el mentor de la suerte
ni el heroico sudor del horror

es que apenas me toca el costado
esta bruta misita sin dioses
esta hereje y vital compasión

y recorro el pimpollo de sales
lo azucaro con la risita della
hasta que al fin puedo beberlo
hacerlo savia gritito canción
...

me

porque quiero la palabra
tan golosa tan sabuesa
tan repleta de carencias
tan de vuelta tan punzón

ella se desnuda y se ríe
de la sintaxis imposible
que mi berzo vomita

porque tengo una palabra
tan rotunda tan galante
tan absurda tanta mueca
tan principio tan tambor

ella se anuda y llora
su añeja pulsión esquiva
su horror de siglos
y su vano intento de
narrar
me
...

Mácula

un costadito destrellas una cuevitapenas
un soñarte de vuelta un tenerten silencio
sólo verte rasguñarte los rajes los adioses
la impúdica mueca del final que me dabas

y si acaso te destruyo la vena la rota voz
te masacro las muertes las olas los rastros
es sólo para desandarme éste sucio atavío
esta mancha quel tiempo dibuja en mi fe


...

rasa risa rusa

en el medio en la frontera en el sinfín de almas
sigo el derrotero procaz de los amantes puercos
ansío las venas desnudas la perversa sexa dellas
la inabarcable fe de rompernos again la cuerpo



entrar en su ruca de pieles en su efímero gol
en cada letra que sus pliegues auscultan
quedarme dormido en su temblor
desvanecerme en su risa
olerle la nariz escasa
el feroz sudor
la huida
la fin
del

...

que si yo

questaba y no dolía que retumbaba ladraba latía
que ya no que hoy sí que la muerte no venga no
ques venganza la noche cuando el día fue dolor
que puse el amor en el fuego y fui brasa y abrazo
que dónde que cuándo sescurrió y dejé de verla

si siempre si tuve certezas y dudas y arrumacos
si la sangrecita daba nuevas luces nuevos mares
si este anclar no me deja mover ni escapar ni reír
si fumaba tus partes si cambiaba tu miedo tu piel
si la letrita sesfuma desvaría sescapa mugrienta

tendréntonces que cantar
un siglo de palabras
una mariposa de aguas
y una dulce alcoba de maitenes



...