No, eh!

Desde la sonrisancha las anclas se disparan,
vuelan las almitas nuevas hacia lunas plenas,
se desmayan de males las madres que fundan,
que con su útero ardiendo nos dieron la sílaba.

Habrá senderos de sal que nos compliquen,
traiciones de esquina, sudores tipo estepa,
pero nada habrá que nos borre ese cordón,
el umbilical destino que nos ampara de penas.
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