Miranda, 2006
No puedo más que solearte las almas.
Y para eso necesito solearme las mías.
Por eso ella, por eso vos, por eso yo.
Hay tanto amanecer en tu rostrito alado!
Tanta verdad en el bracito flaco!
Si te cansa leer, escuchalo...
Filha
* Fotografía, Poesía
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