ni se pone el sombrero del antes,
ni la palabra quescribe la puede creer,
ni sufre lo que los otros duelen.
El es una bruta, un esponja, la mal,
el tierra de nadie, la viento quespera
doblar el miedo, y el árbol.
Y DE IMAGENES
31 de mayo de 2008 | 0 vaivenes
* Poesía
30 de mayo de 2008 | 4 vaivenes
* Poesía
29 de mayo de 2008 | 0 vaivenes
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28 de mayo de 2008 | 0 vaivenes
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27 de mayo de 2008 | 3 vaivenes
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26 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
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24 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
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23 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
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22 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
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20 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
* Poesía
18 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
* Poesía
17 de mayo de 2008 | 3 vaivenes
* Poesía
Médanos.
Y en los médanos pan.
Magia es no decir abracadabra
y que el cariño exista igual.
Hay rulos que juegan con el tiempo.
Hay rulos que son otro tiempo.
Cantá.
No dejes de cantar.
Barniz de lágrimas,
acariciarte con gritos,
soplarte la cara con sonidos.
"Luz en el medio del mar,
un pez parecido al dolor"
Hoy saludo a tu sombra.
Un reloj que se rebela
y no marca el tiempo;
las agujas se fueron de paseo
y nos llevan del brazo.
Vamos,
cantemos de la mano,
que tu recuerdo es un pan
en un médano de sal.
13 de mayo de 2008 | 3 vaivenes
* Poesía
10 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
* Poesía
9 de mayo de 2008 | 0 vaivenes
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8 de mayo de 2008 | 0 vaivenes
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7 de mayo de 2008 | 0 vaivenes
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6 de mayo de 2008 | 3 vaivenes
* Poesía
5 de mayo de 2008 | 3 vaivenes
* Poesía
4 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
* Poesía
3 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
* Poesía
Si tiene un doblez de frío,
una esquina de llantontito
o la saliva de amores rotos,
puede usted asolear sus ellos
porque pronto vendrán los yoes.
2 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
* Poesía
Siempre es todo ojos.
No te quita los ojos.
Se come las palabras con los ojos.
Es el siete ojos.
Es el cien mil ojos en dos ojos.
El gran mirón
como un botón marrón
y otro botón.
El ojo de la cerradura
por el que se ve la pintura.
El que te abre bien los ojos
cuando te muerde con los ojos.
El ojo de la aguja
que sólo ensarta cuando dibuja.
El que te clava con los ojos
en un abrir y cerrar de ojos.
El ojo avizor,
agresor,
abrasador,
inquisidor.
El ojo amor.
El ojo en vela,
centinela,
espuela,
candela,
el que se rebela y revela.
No cierra los ojos.
No baja los ojos.
Te quita los ojos.
Te arranca los ojos
y te deja manco
o te deja cojo.
Luego te compone
o te descompone,
la nariz te quita,
luego te la pone,
después te la quita
o te pone dos.
Ojo que te espeta,
que te desjarreta,
te agranda las tetas,
te achica las tetas,
te hace la puñeta,
te levanta el culo,
te deja sin culo,
te vuelve un alambre,
te ensarta en estambre,
te ve del revés,
todo dividido,
tundido, partido,
cosido, raído, zurzido, fluido.
Ojos animales,
letales,
mortales,
umbilicales.
Ojos cataclismo,
temblor,
terremoto,
maremoto,
abismo,
flor.
Ojos toro azul,
ojos negro toro,
ojos toro rojo.
Ojos.
Son el con y el sin,
son el sin y el con.
Con esto y sin esto,
traspuestos, opuestos,
crueles, molestos,
el sumo y el resto.
El mundo tranquilo
pendía de un hilo.
Y el desbarajuste
de la gran baraja
cortó con su filo
su pincel navaja.
Salta el mundo, vuela.
Hecho añicos canta,
relincha, arde en vela,
se espanta.
¡Afuera esos ojos!
¡Quítenme esos ojos!
¿Quién trajo esos ojos?
Yo quiero ser flor.
Pero soy un pez.
Yo quiero ser pez.
Pero soy manzana.
Quiero ser sirena.
Pero soy un gallo.
Quiero ser la noche
y soy la mañana.
Mátenme esos ojos,
virojos,
pintojos,
ojos trampantojos.
Aquí la matanza,
aquí la esperanza,
el fusilamiento,
el derrumbamiento,
la paz, la bonanza.
Ojo, que remonto plato.
Ojo, que salto hecho jarra.
Ojo, que giro paloma.
Ojo, que remonto cabra.
Vivan esos ojos.
Luz para esos ojos.
Líneas y colores
para esos dos ojos.
Todo el amor para esos ojos.
El cielo entero para esos ojos.
El mar entero para esos ojos.
La tierra entera para esos ojos.
La eternidad para esos ojos.
Escuchalo por Rafael Alberti, con la guitarra de Paco de Lucía...
1 de mayo de 2008 | 2 vaivenes
* Poesía
La mayoría de los textos que siguen son, en cierto modo, exorcismos por ardid. Su razón de ser: mantener en jaque a los poderes circundantes del mundo hostil.
Henri Michaux