La mujer

La mujer que me guarda aún existe,
todavía sonríe su insólito fulgor.
Se resiste a fundirse de vinos y suelas
porque tiene las pieles horadadas de sol.

Esa mujerige su propio mañana,
no convoca hechiceros para el amargot,
no bailharina de panes porque se Artaud.

Y a mí
me queda
éste corazón.
Corazón migaja
que se desgaja.

...

6 vaivenes:

Mireya dijo...

Me gustan esos neologismos enharinados ,muy lindo poema. Te sigo en twitter, saludos

Orson Díaz dijo...

Gracias, Mireya. Yo también te sigo.

Anónimo dijo...

Haga su comentario; a partir de hoy, las toallas se lavan los viernes.(?)
Hágasevervida, con esa luz que me dio, ya no me alcanza.

Laura Cambra dijo...

Tu palabra prueba, una y otra vez, que el amor existe.

Orson Díaz dijo...

Laura: El amor prueba, una y otra vez, que la palabra existe.

Anónimo dijo...

Haga su comentario; yo, mas bien creo...que la palabra y el amor, una y otra vez, me prueban.