La tierra no se cansa de arbolearse,
le fascinagrietarse en el sequía
de cielo y de fatales nubes.
No le nace ni un costado sin fisura,
ni un miedito de lágrima sonriente.
Ella se acababajo porque no se pretende cumbre.
Fuera de campo
* Poesía
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1 vaivenes:
¡eso es saberse!
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