Reencarnación

Encarnación, Paraguay, 2006 (las fotos son del "Poyo").



La mirada, siempre parcial, debe obligadamente enojarnos las almas.


No hay comunión posible, no hay iguales.


Retazos de mundo nos entran. ¿Qué es lo que los filtra?


Mirarse, ventearse los dolores, gargantear la sangre.


Tengo un espacio para él en mi costado.

1 vaivenes:

Anónimo dijo...

Me encantan estas fotos, el niño y tu, ambos tan felices.
Quiero creer que de grande este mismo niño se encontrará un día en un pueblito haciendo su trabajo con la cámara, cuando depronto... un niño se le acerca curioso y la escena se volverá a repetir. ¿Será posible? ¿Habrá alguien que le tome fotos a ese momento mágico? No lo sé....
TE AMO!!!
TAOS