Así escribe mi hija



Las espaldas a veces están hechas de azúcar,
los ojos pueden disolverse,
pero con sus miradas pueden afirmar todo lo que se negó
y cambiar el futuro inmaduro.
Taos, Emilio
los amo
y nunca dejen de amarse
de beberse
de acariciarse
nunca
nunca
nunca
nunca salga de sus gargantas un solo te quiero
que siempre crezca el murmullo de la vida
que nunca, pero NUNCA MAS se olviden.

Miranda, 11 años, 19 de noviembre de 2006

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2 vaivenes:

Anónimo dijo...

iranda es un solcito, una ternura,y es es es es....

Anónimo dijo...

Amo a esta nena...."Nestor"(fati)