Señalo la mediana esquina,
el talibán suburbio de tu sexo.
Apelo cada firma,
cada sueño,
cada infamia.
Las innumerables
espigas de carne,
en cada eureka,
sufren su parte de siglos.
El cripticismo es la marea,
el equívoco sentido,
la armadura plena.
...el talibán suburbio de tu sexo.
Apelo cada firma,
cada sueño,
cada infamia.
Las innumerables
espigas de carne,
en cada eureka,
sufren su parte de siglos.
El cripticismo es la marea,
el equívoco sentido,
la armadura plena.
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