Chamuscada,
la palabra pretende sernos carne
y se deshilacha sola,
abriéndose como campanas.
Los países nos duelen porque nos reconocemos,
y porque reconocemos las almas en llamas
cuando la geografía de nuestros cuerpos
estalla en dolor,
y espera.
...la palabra pretende sernos carne
y se deshilacha sola,
abriéndose como campanas.
Los países nos duelen porque nos reconocemos,
y porque reconocemos las almas en llamas
cuando la geografía de nuestros cuerpos
estalla en dolor,
y espera.
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