Que no falte la espesa muertecita,
la caída que no sabe su comienzo.
Ríe de sustos la virgen del sol,
que asoleada y sutil se disfraza
de mí.
...la caída que no sabe su comienzo.
Ríe de sustos la virgen del sol,
que asoleada y sutil se disfraza
de mí.
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