Aquí

Porque tendrél corazón comun fuego,
porque los números mágicos fueron loteados
y me quedé apenitas con un seis y otro rasgado;
tengo en el costado un pedazo de aquellos
que fueron refugio, que fueron cabaña de mi pena.

Yo podría levantarme, lazarearme las patas y bailar.
Pero voy a esperar a que la sangre no estéspesa:
demasiadansiedad la que cabalga una ciudad como esta.
...

2 vaivenes:

Eduardo Betas dijo...

Hola Orson, la verdad que hacía algún tiempo que no leía algo tuyo. Y estos versos me impresionaron, me regustó ese regusto a Huasi, por citar a uno, con los juegos de palabras. Pero, sobre todas las cosas, me parece que la fuerza que tienen es el equilibrio que estás logrando con esos recursos. Creo que al principio por ahí te regodeabas bastante con esto de aparear palabras (¿Y a quién no le gusta?) pero acá me parece que le pegaste la vuelta.

Te quiero mucho

Eduardo

Orson Díaz dijo...

Lo que más me gustó son las tres últimas palabras antes de tu nombre.
Yo también, te debo unas cuantas.