Felipe: Mamá, ¿quién los mató?
Mariana: La policía Feli.
Felipe: ¿Y por qué? ¿qué estaban haciendo?
Y ahí vino una breve explicación de Mariana que no estaban haciendo nada malo, que estaban diciendo y haciendo lo que pensaban que estaba bien, y que terminaba hablando que hay policías malos ...
A lo cual Felipe remató con la frase: “Si. Como los que mataron a Pocho (Lepratti)”
Bien.
Te arrancaban de la cama donde dormías junto a Noe y tu hijo por nacer. Con Nati y Emi en la pieza del al lado. Te arrancaban de las entrañas de mamá y de los pulmones de papá. De la vida nuestra, de tus compañeros, y de la de los que todavía aún no te conocían, que ahora son cada vez menos, porque seguiste haciendo amigos, hermanos.
Ya he escrito mucho y temo repetirme.
¿Y que hay si me repito? ¿acaso lo que siento no es siempre lo mismo?
No. No, claro. Siempre es distinto, a veces estoy más tolerante que otras. Pocas. A veces pienso que hay que debo ser más tolerante. Pocas.
Pero siempre sigo reclamando justicia. Juicio y castigo. Siempre sigo teniendo en claro de que lado estoy. Estamos, bah.
Lo que no cambia es todo lo que te amo. Y todo lo que significas en mi vida. En serio, en tu caso, en el de papá también, las ausencias son tan inmensas que siempre iluminan mi camino. Allí donde dudo, donde aflojo, donde empiezo a traicionarme: aparecés. Aparecen. Estás. Están. Siempre estás.
Te amo. Te amamos. Te amamos. Te amamos. Te amamos. Te amamos. Te amamos.