Antes de mañana...
Que sean sonrisas,
que sean luces.
PD: El tiempo tiene tiempos diferentes al tiempo.*
...Que sean sonrisas,
que sean luces.
PD: El tiempo tiene tiempos diferentes al tiempo.*
Vi a sus pies mojando el mar
Mar del Plata, diciembre de 2008.
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27 de diciembre de 2008 |
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Tánea
Que lo busquentre piedras, al espejo de sí.
Que no escapentre las pieles, ese mundoble.
Tuvo de sol y mañanas el rostro, que no el perfil.
Tendrá de luna y noches la espiga, pan.
El verso que se visita en redes pierde todo futuro.
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26 de diciembre de 2008 |
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Los que no
Racha de recios pétalos,
de iracundas, indóciles fes.
Huye del viento el vendaval,
se les abre de suelos la piel
a los que supieron nacerse.
Los que no, tienen la pálida
certeza de una felicidad malnacida.
...de iracundas, indóciles fes.
Huye del viento el vendaval,
se les abre de suelos la piel
a los que supieron nacerse.
Los que no, tienen la pálida
certeza de una felicidad malnacida.
19 de diciembre de 2008 |
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M for Fakes
Ser pañuelo quevite la sol que hiere,
una levita de canciones en cada moño,
el azul asqueroso y amplio que me ojea,
un caricio de relatos en la frente de mí.
Yo la palabra la tengo rota y oronda,
y la revoleo en un escenario de fakes.
...una levita de canciones en cada moño,
el azul asqueroso y amplio que me ojea,
un caricio de relatos en la frente de mí.
Yo la palabra la tengo rota y oronda,
y la revoleo en un escenario de fakes.
18 de diciembre de 2008 |
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Deven ir
¿Qué tendrá descondite la casi muerte diaria?
Cuánto pavor de gentes, y de sangre.
Este intruso que soy mestá saliendo caro:
voy y vengo entre tantos trenes de sal.
...Cuánto pavor de gentes, y de sangre.
Este intruso que soy mestá saliendo caro:
voy y vengo entre tantos trenes de sal.
17 de diciembre de 2008 |
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Eya
Miranda, el diploma de egresada de 7mo. (que perdió en el acto...) y su querida docente de Tecnología, Blanca Canciani.
Se viene en coche, la noche, y se acerca a mis ojos a contarme que vos, que la pequeña dueña del sol se va alejando del piso mientras las formas le crecen. Si viene en coche, la noche, yo le cuento que tu canto tiene tanto!, que una parte de las palabras ya fue dicha, pero que faltan milenios para decirlas todas. Y que estás pintando en la luna que ya, que la nena se va, que se viene todo, de pronto, y que vas a ponerle rostro al amor, a la noche y a los miedos.
Ya que se vino en coche yo le digo que se vuelva, que nos deje el día, que precisamos luz para terminar de cocinarnos, para empezar de nuevo, para crearnos.
Ya que se vino en coche yo le digo que se vuelva, que nos deje el día, que precisamos luz para terminar de cocinarnos, para empezar de nuevo, para crearnos.
16 de diciembre de 2008 |
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Zorros y Prepus
Con Los Prepu en San Martín de los Andes, 1997.
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15 de diciembre de 2008 |
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La media mierda
En la Argentina mueren, cada día, 8 niños menores de cinco años debido a la desnutrición. Y la gente clama por seguridad, por baja de la edad de imputabilidad, por penas más duras para los menores que delinquen. Digo yo, ¿por qué no se pide cárcel para los genocidas hambreadores de hoy, que cargan con esos chicos muertos?
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10 de diciembre de 2008 |
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El eje y la esquizofrenia - Sandra Russo
El eco sordo que dejaron las palabras de la jueza Carmen Argibay para explicar el fallo de la Corte sobre los chicos en conflicto con la ley penal.
Por Sandra Russo, para Página/12
"La jueza Carmen Argibay habló fuerte la semana pasada. Su explicación sobre el fallo que evitó la libertad de sesenta chicos detenidos en institutos rasgó el telón del Truman Show. Bajo los efectos narcóticos del relato que tejen los medios y las declaraciones públicas de funcionarios del área de seguridad, e incluso bajo los efectos del otro relato, el alternativo, el que aborrece y denuncia las condiciones en las que están detenidos los chicos en conflicto con la ley penal, la medida de la Corte fue un baldazo de agua helada. Y Argibay, lejos de ponerles acondicionador a sus palabras, las erizó: habló de gatillo fácil, esbozó una vida real más allá del telón de la obra que representamos todo el tiempo como comunicadores o multiplicadores de un diagnóstico sobre seguridad.
“Esos chicos están marcados”, dijo.
“Si no vamos a cumplir los pactos internacionales sobre derechos civiles y derechos sociales, ¿para qué los firmamos?”, dijo.
“Si la policía protege a un pibe, el pibe sale a robar y no se hace rico, ¿para quién trabaja?”, dijo.
“El día que el pibe abre la boca, lo matan”, dijo.
Entonces lo que hay aquí es una jueza de la Corte Suprema de Justicia que no les pone acondicionador a sus palabras y que habla de una realidad que por un lado todos conocemos –¿o no? ¿O será que seguimos con el algo habrán hecho los pibes pobres? ¿O será que otra vez estamos en el limbo de no saber, de no sospechar, de lo ver lo que pasa acá enfrente?—, y por el otro negamos y encubrimos con vehemencia. “Es muy grave lo que dijo”, decía un analista de la televisión. “O sea que según la jueza hay gatillo fácil en la República Argentina”, decía otro, como si hubiera que anteponerle “república” a ese lugar en el que se tolera esta práctica: que la policía marca a los chicos con antecedentes, que los presiona para que salgan a robar para ella y les libera zonas para que operen, que los protege para que sigan actuando, y que si el chico quiere salirse de ese trato, lo matan.
La jueza Argibay corrió el eje del problema que tanto rédito les da a los grandes medios cuando lo abordan por otro lado. Cuando los crímenes que escandalizan en proporción al nivel socioeconómico de la víctima imponen el tema de la seguridad. Cuando los deudos de cualquier asesinado les regalan a las cámaras su desgarro, y las cámaras beben cada lágrima y ecualizan cada grito de dolor. Y entonces queda constituido un “nosotros” que somos los conductores del programa de televisión, sus espectadores, las víctimas de los asaltos, la policía, toda-la-gente-de-bien-que-quiere–vivir-en-paz y no puede porque están estos pibes, que son los nuevos malones que supimos conseguir.
Lo que está diciendo la jueza Argibay es que ese “nosotros” es falso, y que si lo aceptamos es porque somos esquizofrénicos. Porque está pasando lo que está pasando y no otra cosa, aunque lo diga la televisión. Porque es imposible que esos pibes salgan a la única escena que los espera y sobrevivan.
Y está diciendo que la policía extermina en silencio. Que hay un consentimiento, un equívoco social y discursivo que apaña a la policía, que la deja seguir exterminando en silencio. Tan brutal es lo que pasa, tan inenarrable es lo que se mantiene en silencio, que estamos cerca de hacer válida la pregunta que se hacían los españoles con los indios. Se preguntaban si tenían alma. Se preguntaban de qué orden eran esas criaturas tan distintas. ¿Los pibes pobres tienen alma? Si la respuesta es sí, lo lógico sería que pidamos justicia también para ellos, que hagamos marchas también para ellos, que nos duelan y nos arranquen sus muertes. Actuamos como si la respuesta fuera: no."
“Esos chicos están marcados”, dijo.
“Si no vamos a cumplir los pactos internacionales sobre derechos civiles y derechos sociales, ¿para qué los firmamos?”, dijo.
“Si la policía protege a un pibe, el pibe sale a robar y no se hace rico, ¿para quién trabaja?”, dijo.
“El día que el pibe abre la boca, lo matan”, dijo.
Entonces lo que hay aquí es una jueza de la Corte Suprema de Justicia que no les pone acondicionador a sus palabras y que habla de una realidad que por un lado todos conocemos –¿o no? ¿O será que seguimos con el algo habrán hecho los pibes pobres? ¿O será que otra vez estamos en el limbo de no saber, de no sospechar, de lo ver lo que pasa acá enfrente?—, y por el otro negamos y encubrimos con vehemencia. “Es muy grave lo que dijo”, decía un analista de la televisión. “O sea que según la jueza hay gatillo fácil en la República Argentina”, decía otro, como si hubiera que anteponerle “república” a ese lugar en el que se tolera esta práctica: que la policía marca a los chicos con antecedentes, que los presiona para que salgan a robar para ella y les libera zonas para que operen, que los protege para que sigan actuando, y que si el chico quiere salirse de ese trato, lo matan.
La jueza Argibay corrió el eje del problema que tanto rédito les da a los grandes medios cuando lo abordan por otro lado. Cuando los crímenes que escandalizan en proporción al nivel socioeconómico de la víctima imponen el tema de la seguridad. Cuando los deudos de cualquier asesinado les regalan a las cámaras su desgarro, y las cámaras beben cada lágrima y ecualizan cada grito de dolor. Y entonces queda constituido un “nosotros” que somos los conductores del programa de televisión, sus espectadores, las víctimas de los asaltos, la policía, toda-la-gente-de-bien-que-quiere–vivir-en-paz y no puede porque están estos pibes, que son los nuevos malones que supimos conseguir.
Lo que está diciendo la jueza Argibay es que ese “nosotros” es falso, y que si lo aceptamos es porque somos esquizofrénicos. Porque está pasando lo que está pasando y no otra cosa, aunque lo diga la televisión. Porque es imposible que esos pibes salgan a la única escena que los espera y sobrevivan.
Y está diciendo que la policía extermina en silencio. Que hay un consentimiento, un equívoco social y discursivo que apaña a la policía, que la deja seguir exterminando en silencio. Tan brutal es lo que pasa, tan inenarrable es lo que se mantiene en silencio, que estamos cerca de hacer válida la pregunta que se hacían los españoles con los indios. Se preguntaban si tenían alma. Se preguntaban de qué orden eran esas criaturas tan distintas. ¿Los pibes pobres tienen alma? Si la respuesta es sí, lo lógico sería que pidamos justicia también para ellos, que hagamos marchas también para ellos, que nos duelan y nos arranquen sus muertes. Actuamos como si la respuesta fuera: no."
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8 de diciembre de 2008 |
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Fiera lengua
Azul, zamba, feroz paz.
Lantigua muerte no escapa de laurora,
se desplaza en vela y en fuego.
Que no se parta la sangre de asco,
que no se des-cubra de hoy,
que no se duerma.
Palabritas de alambre y púas
tendrán mis lenguas,
para quel idioma retuerza.
...Lantigua muerte no escapa de laurora,
se desplaza en vela y en fuego.
Que no se parta la sangre de asco,
que no se des-cubra de hoy,
que no se duerma.
Palabritas de alambre y púas
tendrán mis lenguas,
para quel idioma retuerza.
3 de diciembre de 2008 |
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Josue Yrion - Satán en dibujitos
Josue Yrion, pastor evangelista estadounidense.
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2 de diciembre de 2008 |
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