Corazones

Esta entrada es algo absolutamente personal, pero la publico porque sí, porque me hizo llorar, porque estoy orgulloso de mis amigos. Néstor, "Fatiga", es un corazón que conocí hace ya 8 años trabajando (él, entre otras miles de cosas, es sonidista) para televisión. Desde ese momento va conmigo, como yo con él, a pesar de los tiempos que mi ermitañez impone. Néstor me escribió esto ayer...

"Acerca de la nota de vergüenza de clase... Quise hacer el comentario en el blog, pero abrir un mail ahí es más difícil que, como dice extraña y poéticamente Arjona... más dificil que encontrarle una pestaña a lo que nunca tuvo ojos??? Raro este Arjona...
En la Argentina hay dos clases de personas, y digo Argentina porque realmente no conozco tanto el exterior como para atreverme a nombrar el mundo, esto lo aprendí hace unos años cuando con el programa La Misión viajé a Jujuy, donde conocí a una señora a la que le habían asesinado al hijo de 14 años una madrugada que volvía de una fiesta, fueron 2 pibes también de su edad, chicos de la calle que se dicen, fueron juzgados y demás, pero ella no se conformó sólo con hacer justicia y quizo cambiar esta realidad, puso un comedor en la villa, trabajó mucho para sacar a todos los chicos de la calle, apoyo escolar, comida, incentivo al trabajo, al futuro, al presente, integración... y lo cambió; en el centro hoy casi no hay chicos de la calle. La otra clase de persona junta a toda la ciudad en una plaza y les dice que hay que poner mas policías, más cárceles, más condena, armarse hasta los dientes, andar por la vida esquivando villas y meter presos a los pibes de 14 años porque si no nos matan a todos... A la clase media les digo, como durante toda mi infancia y adolescencia, que siempre me miraron mal por decir que era peronista, váyanse todos a la concha de su madre!! y ya saben dónde se pueden meter las cacerolas.



Te extraño amigo, desde la Isla Contadora te escribo, trabajando con Amagoia y el Cabezón otra vez, y desahogo un poco mi mente, te acordás de este lugar? Sí, está igual, qué raro estar acá, qué loco, pensé que nunca volvería, me detengo un instante, ojalá otras cosas que uno sabe que no volverán, vuelvan más que nada...
Si la arena hablara seguro contaría tu historia; le puse números creo a casi todas las estrellas aquella vez y hoy no puedo siquiera contar hasta diez, qué extraño, es el mismo lugar, el mismo cielo, la energía es otra, debe ser eso... Tengo una teoría, los años y la vida al menos me dieron algo de sabiduría, un poco, lo necesario como para no perderme en la multitud, llegué a la conclusión de que el mundo es una gran biblioteca, donde la gente son libros, libros que escogemos, que nos prestan, que encontramos, que perdemos, que nos roban a veces cuando sólo leímos la mitad, que descubrimos, que nos interesan, que nos conmueven, que nos hieren, nos lastiman, que no abrimos más, que tiramos, que adquirimos al pedo, que compramos pensando que eran otra cosa, que nos engañan, que nos mienten, que nos abren la cabeza, nos divierten, nos enseñan, nos guían, nos perturban, que sólo usamos para el asado, y más... Yo tengo uno guardado, lo leí mucho, hoy suelo abrirlo de vez en cuando, muy poco diría, una vez al año? ...es muy poco, merece mucho más, es muy bueno, debo agradecer que casi todos los libros que me llegaron a la mano siempre fueron buenos y me los quedé. Ojalá todos tengan esa suerte que tuve yo, uno de los libros está en internet...



Hoy te leo más que nunca, gracias a la web, vos no lo sabés, pero siempre que necesito aclarar el color una página nueva descubro en tu interior. Estoy seguro que alguien que hace doce años no está más conmigo me hubiera regalado este libro, si no es que lo hizo.
El domingo 17 cumplo 31, nunca supe el tuyo, no me preocupa saber cuándo llegaste a este mundo, más me preocupa que no te vayas de él.
Te quiero, amigo. Pronto nos veremos, porque así trataré de que sea.

Néstor"

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